jueves, 20 de diciembre de 2012

Maltrato Invisible


¿Maltrato invisible? Sí, es invisible porque goza de aceptación social, me refiero a la violencia psicológica, una de las formas de violencia más comunes que sufren las mujeres y que sin embargo muchas ni siquiera están conscientes de de ello.  La violencia psicológica como otras tiene sus primeras manifestaciones en las relaciones de noviazgo y casi siempre es minimizada o naturalizada, es decir, las víctimas de violencia confunden con amor agresiones en la vida cotidiana de un noviazgo como pueden ser los celos excesivos, los juegos agresivos, el acecho sobre todo en redes sociales como por ejemplo espiar la cuenta de la pareja de facebook o twitter, llamadas a todas horas por teléfono, mensajes todo el día, exigir que pase la mayor parte del tiempo con él, enojarse si pasa tiempo con su familia, alejarla de amigos y amigas y prácticamente el agresor intentará volverse indispensable en la vida de su pareja.  
Culturalmente estamos acostumbradas a que los celos significan amor, “entre mas me cela mas me quiere”, inclusive podemos llegar a pensar que si mi pareja no me cela entonces no me quiere. 
En una relación de pareja en ocasiones la víctima no se da cuenta que vive maltrato psicológico porque hay factores a su alrededor que le impiden ver el rumbo que esta tomando la relación; existe tanta desinformación del tema que alguien podría estar ejerciendo violencia sin saberlo, pues la misma sociedad ve como “normal”o “natural” algunas actitudes violentas que como no se manifiestan con golpes pues no le dan importancia.
En fin, puedo poner mil ejemplos pero quiero enfocarme a decir que la violencia “se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional y sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona”. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o presiones para tener relaciones sexuales.
Al principio algún comentario incómodo puede parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso la víctima se siente tan mal que no logra identificar que le pasa, en ocasiones piensa que está exagerando pues “sólo son algunos comentarios y no es siempre” o “es que no debí de haber hecho tal comentario si no sé de lo que estoy hablando, él tiene razón”. Parece mentira pero el dicho: “a veces las palabras hieren mas que los golpes” es cierto, las mujeres que viven violencia psicológica desarrollan una serie de padecimientos físicos y psicológicos que difícilmente pueden superar y es que como lo he dicho varias veces el maltrato psicológico es en ocasiones tan sutil, tan cotidiano que daña por años sin saber si quiera que algo anda mal. No es necesario que existan insultos para que exista violencia psicológica, no es necesario insultar, también la indiferencia, el silencio, el aislamiento, las pequeñas prohibiciones, las pequeñas burlas que en ocasiones parecen chiste, las burlas a la imagen, la desaprobación y el chantaje son diferentes manifestaciones de este tipo de violencia.
Y ¿Como saber si estás viviendo violencia psicológica? Si te hace sentir mal, si tienes miedo de como va a reaccionar, entonces si vives violencia psicológica.
Para identificarla mejor tiene las siguientes características:
1. Pasa inadvertido por que goza de autorización social. 
2. Causa debilitamiento psicológico, depresión, suicidio y baja autoestima. 
3. Se siente un miedo constante. 
4. Vigilancia ininterrumpida y control estricto. 
  1. La imagen, el trabajo y en general las actividades de la mujer son objeto frecuente de sarcasmo y desprecio. 
  2. El silencio y aislamiento del agresor.
  3. Control absoluto del tiempo y espacio.
  4. Amenazas e insultos. 
8. Se utiliza para que la mujer se sienta culpable.
9. Intimidar con el objetivo de atemorizar para que la víctima incorpore el miedo a su vida
 10. Uso del privilegio masculino, o sea, actuar como “el hombre de la casa”. 
 11. Aventuras extramaritales.





jueves, 13 de diciembre de 2012

Feminicidio


La semana pasada el tema de esta columna fue el de la violencia física, señalé que la manifestación más extrema de la violencia física es la muerte, y hablando de violencia contra las mujeres esto se conoce como feminicidio.  
La situación de violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez ha sido el caso más notorio de los asesinatos de mujeres en México. En el plano internacional, la violencia contra las mujeres en dicha ciudad se convirtió en caso emblemático no sólo por el número de las asesinadas, sino por la brutalidad, la impunidad y la tolerancia social de los hechos, como lo señala el Informe Final de la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos Relacionados con los Homicidios de Mujeres en el Municipio de Juárez, Chihuahua. Casos como el de Campo Algodonero, Marisela Escobedo y su hija Rubí y Caso González por nombrar algunos han sido un parte aguas para el acceso a la justicia de las mujeres, también son el símbolo de la impunidad y la violencia del estado con lo que generalmente vienen acompañados estos casos, de hecho una constante en los asesinatos de mujeres es la brutalidad y la impunidad que los acompañan, generalmente se invisibiliza y no se quieren registrar como lo que son; notas de periódico en donde lo clasifican como “pleito de pareja” o “en un arranque de celos”, todo esto con la finalidad de que no se visualice el problema tan serio que es. 
Los homicidios de mujeres y niñas perpetrados por razones de género, es decir, aquellos que se realizan con dolo misógino, son la expresión más vil de la violencia extrema que se comete contra ellas. 

De hecho, uno de los grandes problemas para conocer la magnitud y características de los asesinatos de mujeres es su poca aparición en los registros oficiales. Los casos son registrados como cualquier cosa, menos como lo que realmente es, de ahí la importancia de nombrar y tipificar el término feminicidio dentro del código civil.
Como concepto, el feminicide (en inglés) fue planteado inicialmente por Jill Radford y Diane Russell en 2006, como una manera de distinguir y hacer patente la muerte violenta de una mujer, en oposición a los términos “homicidio” o “asesinato”, que predominan en la mayoría de las legislaciones; lo definen como el “asesinato misógino de mujeres cometido por hombres” .
Para dar una idea más concreta de lo que refleja en sí la palabra feminicidio, Ana Carcedo utiliza 5 características fundamentales para que sea considerado como tal: 
1. Conductas que sin conducir a la muerte dañan la integridad de las mujeres. 
2. Homicidios de mujeres por razones de género. 
3. Misoginia. 
4. Responsabilidad estatal. 
5. Impunidad. 

Aquí en Tabasco el delito de femincidio se tipificó apenas en marzo del 2012 y se define como: “quien por razones de género prive de la vida a una mujer. Éstas son: cuando exista o haya existido entre el activo y la víctima una relación de parentesco y otra relación de hecho, amistad o laboral, que implique confianza, subordinación o superioridad”.  Sin embargo, ha tenido y tiene pocos avances y muchísimos retrocesos.  En el caso de los asesinatos en Tacotalpa por ejemplo, la A.C Red Municipalista de Tabasco, señaló la extrema gravedad de estos delitos y que reúnen las características de Feminicidio, sin embargo,  sólo uno de los cinco implicados fue procesado por este delito, a los demás se les fincó responsabilidad por homicidio, violación, asociación delictuosa y encubrimiento por favorecimiento. Así mismo en su informe rendido el día 26 de noviembre del presente año, señaló que desde 2006 a la fecha se han registrado más de 160 asesinatos de mujeres en Tabasco, de estos casos en más de 50% se expresa crueldad y sadismo, características del Feminicidio.

¿Por que hay que tipificar los asesinatos contra las mujeres? Porque no se ha querido reconocer ni en los espacios públicos ni en los privados, que la violencia de género afecta principalmente a las mujeres y que no existe un entorno que favorezca su prevención, atención, sanción y erradicación. En México el asesinato de mujeres es grave, estos indicadores son sólo una muestra de las diferencias que prevalecen entre hombres y mujeres. La desigualdad, la falta de oportunidades, la violencia, y en general la violación a los derechos de las mujeres, requieren de la intervención urgente de los diferentes actores sociales y políticos de la entidad. Dejemos de verlo como un problema propio de las mujeres y empecemos a verlo como algo que nos debe ocupar a todas y a todos, tipificar el feminicidio no es un “capricho” de unas cuantas feministas, es una responsabilidad del Estado el cual está obligado por organismos internacionales de proteger los derechos humanos de las mujeres. 

Aquí el punto importante es hacer “visible lo invisible”, los asesinatos a mujeres han estado invisibles y naturalizados por años, es tiempo de hacer consciencia de lo que pasa a nuestro alrededor, en un reporte sombra entregado a la ONU para el “Comité de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer” (CEDAW, por su sigla en inglés) destaca que: “pese a los avances legislativos e institucionales para amortiguar la discriminación de la mujer en el país, la violencia por género es un fenómeno común y las cifras oficiales de feminicidios han crecido en tres años. La incapacidad de las autoridades federales y estatales para garantizar la aplicación efectiva de muchos aspectos de la nueva legislación ha perpetuado la impunidad”.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Una Huella en el Cuerpo


Como he dicho muchas veces la violencia contra las mujeres tiene muchos matices y se manifiesta de muchas maneras, representa una violación a los derechos humanos y constituye uno de los principales obstáculos para lograr una sociedad igualitaria y plenamente democrática. He señalado vagamente los diferentes tipos de violencia que existen, hoy escribiré sobre la violencia física, la que deja “una huella en el cuerpo”.
¿A que me refiero con violencia contra las mujeres?, en la Ley General de Acceso a las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia se define como: “Cualquier acto u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público”.
La violencia física como su nombre lo índica es aquella que usa la fuerza física para producir daño, es aquella que es más evidente porque deja signos y tiene una variedad de manifestaciones a través de los golpes que pueden ser desde un moretón, quemaduras de cigarro, algún hueso roto, puñaladas, machetazos, hasta provocar la muerte. Generalmente la clasifican en lesiones leve, moderada y grave.
Lesiones leves (que ni tienen nada de leves) son aquellas que tardan en sanar menos de quince días como puede ser un moretón; lesiones moderadas (que tampoco tienen nada de moderadas) son aquellas que tardan en sanar hasta seis meses como puede ser algún hueso roto, puñaladas, quemaduras leves y las lesiones graves son aquellas definitivas como puede ser perder la visión de algún ojo por algún golpe, sordera, parálisis, quemadura permanente, esterilidad, etc, etc. Entonces la violencia física tiene una característica muy importante que no tienen los demás tipos y es que es fácilmente detectable, un golpe es difícil de ocultar, las mujeres que viven violencia física intentarán ocultarla contando historias sobre sus lesiones que no concuerdan con la realidad. También es un tipo de violencia que podemos detectar con mucha facilidad pues aquí y en China un golpe es un golpe, una mujer que vive violencia física sabe que vive violencia, aunque desconozca sus derechos sabe que los golpes provocan daño, a diferencia de la violencia psicológica o algunos tipos de violencia sexual donde la víctima ni siquiera reconoce vivir violencia.
La manifestación más extrema de la violencia física es la muerte, y hablando de violencia contra las mujeres esto se conoce como feminicidio. Aquí en Tabasco el delito de femincidio se define como: “quien por razones de género prive de la vida a una mujer. Éstas son: cuando exista o haya existido entre el activo y la víctima una relación de parentesco y otra relación de hecho, amistad o laboral, que implique confianza, subordinación o superioridad”. En palabras sencillas el crimen hacia mujeres por el simple hecho de ser mujeres.  
Otra característica que tiene la violencia física es que es progresiva y va aumentando cada vez más de intensidad, no esperes a que un empujón se vuelva un golpe, luego una nariz rota y así sucesivamente hasta que ocurra lo peor. La violencia física NO está bien nunca, nunca debe ser naturalizada y nunca debe ser aceptada, no sólo eso si no que cuando existe violencia física en cualquiera de sus clasificaciones existe peligro de muerte inminente, la vida de la víctima y del agresor están en riesgo, si conoces a alguien que viva violencia física o eres víctima de ella no te quedes callada/o denuncia, las mujeres tienen el derecho de vivir una vida libre de violencia.